lunes, 31 de agosto de 2009

Cinema Paradiso

Cinema Paradiso es una película italiana dirigida en 1988 por Giuseppe Tornatore. Ganó el Óscar a la mejor película en lengua no inglesa de 1989 y el Globo de Oro en la misma categoría. También ganó el premio especial del jurado del Festival de Cine de Cannes del mismo año. Recibió el premio Bafta a la mejorpelícula de habla no inglesa y Philippe Noiret ganó los premios Bafta y European Film Award al mejor actor.En 2002 salió a la venta una versión en DVD con el montaje del director en una versión de 173 minutos.





La película es un homenaje al género cinematográfico. En un largo raconto narra la historia de un respetado director de cine (Salvatore, interpretado por Jacques Perrin) que vuelve a su antiguo pueblo siciliano para acudir al funeral de su viejo amigo Alfredo (interpretado por Philipe Noiret), el antiguo proyeccionista del cine Nuevo Cinema Paradiso y también artífice de su pasión por el cine en su infancia y juventud. La película constituye un retrato sentimental de la Italia de la posguerra y una declaración de amor al cine.El director italiano muestra en esta película la historia de Totó (cuyo nombre real es Salvatore), un personaje que tiene un amigo bastante cercano y mayor (Alfredo), de quien aprende –gracias a su extremo ahínco- las técnicas de proyección de películas.“Totó”, como prefiere ser llamado el protagonista, tiene problemas económicos en su niñez porque su padre se ha ido a la guerra, por lo que debe tocar las campanas en la iglesia del pueblo (la historia se desarrolla en un pueblo de Sicilia, Giancaldo, en 1954; coincide con su adolescencia). Como el sacerdote para quien trabaja es el dueño de “Cinema Paradiso”, el teatro donde los ciudadanos asisten para ver las noticias y películas, Totó se acerca a Alfredo, quien cede ante su insistencia en el aprendizaje de las técnicas de proyección.Con el paso de los años, Totó perfecciona sus conocimientos, aplicándolos cuando debe reemplazar a Alfredo después que éste sufre un accidente ocurrido por una manipulación inadecuada de las cintas en una proyección, y que da lugar a la reconstrucción del teatro. Mientras esto sucede, Totó crece y vive su primera experiencia de amor. Después de muchos años, contrariando el consejo de Alfredo, pero forzado a asistir a su funeral, Totó vuelve al pueblo, donde recuerda su infancia y juventud, acompañado de la nostalgia que despiertan ciertas cosas que su madre y Alfredo guardaron para él.La cinta tiene una historia conmovedora, que se apoya fuertemente en un formidable manejo de la fotografía y sonido. Además, es un homenaje al cine antiguo (pues hay decenas de referencias en imágenes y diálogos, desde Jean Renoir hasta Charles Chaplin), al cariño por el cine, a su historia y técnicas… pero ante todo, es una reflexión sobre la fuerza de voluntad.


El cuento del soldado, la princesa y el balcón.

Alfredo: -Te contaré una historia. Sólo para ti, Toto. Sentémonos.

"Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró. Pero, ¿qué era un simple soldado al lado de la hija de un rey? Un día el soldado se las arregló para verla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impactada por la profundidad de sus sentimientos que le dijo: "Si puedes esperar por 100 días con sus noches bajo mi balcón yo seré tuya". Dicho esto, el soldado salió y esperó un día, dos... luego diez, veinte. Cada noche la princesa lo buscaba y allí estaba él, sin moverse. Siempre allí, lloviera o relampagueara. Las aves se posaban en su cabeza, las abejas lo aguijoneaban, pero él no se movía. Después de 90 noches, se veía seco y pálido. Brotaron lágrimas de sus ojos. No pudo detenerlas. No tuvo ni siquiera fuerzas para dormir. Y todo ese tiempo, la princesa lo observaba. Cuando la nonagésima novena noche llegó... el soldado se levantó, tomó su silla, y se marchó... "

Toto: -¿Qué? ¿Justo al final?

Alfredo: -¡Justo al final, Toto! No me preguntes qué significa, no lo sé. Si logras descifrarlo, me lo dices.





En una clase de relatos, pusieron esa escena de la película, cuando Alfredo cuenta la historia del soldado, la princesa y el balcón.

Al acabar, el profesor preguntó cómo interpretaban la decisión del soldado de levantarse cuando sólo quedaba un día para finalizar la prueba y marcharse con viento fresco.

Éstas fueron las respuestas:

- Por despecho: Porque la princesa, que en ningún momento hizo gesto alguno para aliviarlo, en el fondo no merecía su amor.

- Por temor: Porque durante esos noventa y nueve días había idealizado de tal manera la figura de la princesa que temió desilusionarse cuando conviviera con ella. Y prefirió vivir de la ilusión.

- Por amor: Porque prefirió no obligar a la princesa a cumplir por la fuerza la promesa. Dejando la decisión a ella.

En la nueva versión de la película se da la siguiente explicación:



Totò:- ¿Recuerdas la historia del soldado y la princesa? Ahora entiendo por qué el soldado se fue justo al final. Una noche más y la princesa hubiera sido suya. Pero no había manera que ella pudiera mantener su promesa. Y eso hubiera sido demasiado cruel. Lo hubiera matado. De esta forma, al menos durante 99 noches, él vivía con la ilusión de que ella estaba allí, esperando por él.

Vosotros, ¿qué creéis? ¿Tenéis otra interpretación diferente?




Fotografía: Ricardo Sánchez Belmont

http://www.arteyfotografia.com.ar/4700/fotos/235137/

sábado, 29 de agosto de 2009

Mírala. Es tu espejo.

Fotografía: cristal (luna de abril)
http://www.arteyfotografia.com.ar/3544/fotos/240044/


Esto de leer también puede llevarnos por caminos misteriosos, nos expone a ocurrencias riesgosas con las que después tendremos que timonear. En plena lectura del Crátilo de Platón, que trata sobre la exactitud de los nombres, bien puede uno recordar la palabra Nilo. Después dejarse llevar por la corriente a la primera estrofa de"El Golem" Si, (como el griego afirma en el Cratilo)


El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.


y luego a un párrafo de "La Poesía":

"Erróneamente, se supone que el lenguaje corresponde a la realidad, a esa cosa tan misteriosa que llamamos realidad. La verdad es que el lenguaje es otra cosa.
Pensemos en una cosa amarilla, resplandeciente, cambiante; esa cosa es a veces, en el cielo circular; otras veces tiene la forma de un arco, otras veces crece y decrece.
Alguien - pero no sabremos nunca el nombre de ese alguien-, nuestro antepasado, nuestro común antepasado, le dio a esa cosa el nombre de luna, distinto en distintos idiomas y diversamente feliz. Yo diría que la voz griega Selene es demasiado compleja para la luna, que la voz inglesa moon tiene algo pausado, algo que obliga a la voz a la lentitud que conviene a la luna, que se parece a la luna, porque es casi circular, casi empieza con la misma letra con que termina. En cuanto a la palabra luna, esa hermosa palabra que hemos heredado del latín, esa hermosa palabra que es común al italiano, consta de dos sílabas, de dos piezas, lo cual, acaso, es demasiado. Tenemos lua, en portugués, que parece menos feliz; y lune, en francés, que tiene algo de misterioso.Ya que estamos hablando en castellano, elijamos la palabra luna. Pensemos que alguien alguna vez, inventó la palabra luna. Sin duda, la primera invención sería muy distinta. ¿Por qué detenernos en el primer hombre que dijo la palabra luna con ese sonido o con otro? Hay una metáfora que he tenido ocasión de citar más de una vez (perdónenme la monotonía, pero mi memoria es una vieja memoria de setenta y tantos años), aquella metáfora persa dice que la luna es el espejo del tiempo. En la sentencia"espejo del tiempo" está la fragilidad de la luna y la eternidad también. Está esa contradicción de la luna, tan casi traslúcida, tan casi nada, pero cuya medida es la eternidad. En alemán, la voz luna es masculina. Así Nietzsche pudodecir que la luna es un monje que mira envidiosamente a la tierra, o ungato, Kater, que pisa tapices de estrellas. También los géneros gramaticales influyen en la poesía. Decir luna o decir "espejo del tiempo" son dos hechos estéticos, salvoque la segunda es una obra de segundo grado, porque "espejo del tiempo" está hecha de dos unidades y "luna" nos daquizá aún más eficazmente la palabra, el concepto de la luna. Cada palabra es una obra poética..."

El Golem, El Otro, el mismo, Obras Completas, Jorge Luis Borges EdEmecé 1974 pág 885
La poesía. Siete Noches. Obras Completas, Jorge Luis Borges, EdEmecé 1996 pàg 255


Fuente: Del Crátilo de Platón a "La poesía" de Borges
Por Elena Bisso




" .. No sé dónde la vi por vez primera,
Si en el cielo anterior de la doctrina
Del griego o en la tarde que declina
Sobre el patio del pozo y de la higuera.
Según se sabe, esta mudable vida
Puede, entre tantas cosas, ser muy bella
Y hubo así alguna tarde en que con ella
Te miramos, oh luna compartida.
Más que las lunas de las noches puedo
Recordar las del verso: la hechizada .. "

La luna (fragmento) J.L.Borges

martes, 25 de agosto de 2009

la Palabra

Fotografía: Alicia Ferrara en Facebook
http://www.arteyfotografia.com.ar/4940/fotos/


LA ROSA DE PARACELSO
En su taller, que abarcaba las dos habitaciones del sótano, Paracelso pidió a su Dios, a su indeterminado Dios, a cualquier Dios, que le enviara un discípulo. Atardecía. El escaso fuego de la chimenea arrojaba sombras irregulares. Levantarse para encender la lámpara de hierro era demasiado trabajo. Paracelso, distraído por la fatiga, olvidó su plegaria. La noche había borrado los polvorientos alambiques y el atanor cuando golpearon la puerta. El hombre, soñoliento, se levantó, ascendió la breve escalera de caracol y abrió una de sus hojas. Entró un desconocido. También estaba muy cansado. Paracelso le indicó un banco; el otro se sentó y esperó. Durante un tiempo no cambiaron una palabra. El maestro fue el primero que habló. -Recuerdo caras del Occidente y caras del Oriente -dijo no sin cierta pompa-. No recuerdo la tuya. ¿Quién eres y qué deseas de mí? -Mi nombre es lo de menos -replicó el otro-. Tres días y tres noches he caminado para entrar en tu casa. Quiero ser tu discípulo. Te traigo todos mis haberes. Sacó un talego y lo volcó sobre la mesa. Las monedas eran muchas y de oro. Lo hizo con la mano derecha. Paracelso le había dado la espalda para encender la lámpara. Cuando se dio vuelta advirtió que la mano izquierda sostenía una rosa. La rosa lo inquietó. Se recostó, juntó la punta de los dedos y dijo: -Me crees capaz de elaborar la piedra que trueca todos los elementos en oro y me ofreces oro. No es oro lo que busco, y si el oro te importa, no serás nunca mi discípulo. -E1 oro no me importa -respondió el otro-. Estas monedas no son más que una prueba de mi voluntad de trabajo. Quiero que me enseñes el Arte. Quiero recorrer a tu lado el camino que conduce a la Piedra. Paracelso dijo con lentitud: -El camino es la Piedra. El punto de partida es la Piedra. Si no entiendes estas palabras, no has empezado aún a entender. Cada paso que darás es la meta. El otro lo miró con recelo. Dijo con voz distinta: -Pero, ¿hay una meta? Paracelso se rió. -Mis detractores, que no son menos numerosos que estúpidos, dicen que no y me llaman un impostor. No les doy la razón, pero no es imposible que sea un iluso. Sé que «hay» un Camino. Hubo un silencio, y dijo el otro: -Estoy listo a recorrerlo contigo, aunque debamos caminar muchos años. Déjame cruzar el desierto. Déjame divisar siquiera de lejos la tierra prometida, aunque los astros no me dejen pisarla. Quiero una prueba antes de emprender el camino. -¿Cuándo? -dijo con inquietud Paracelso. -Ahora mismo- dijo con brusca decisión el discípulo. Habían empezado hablando en latín; ahora en alemán. El muchacho elevó en el aire la rosa. -Es fama -dijo- que puedes quemar una rosa y hacerla resurgir de la ceniza, por obra de tu arte. Déjame ser testigo de ese prodigio. Eso te pido, y te daré después mi vida entera. -Eres muy crédulo -dijo el maestro-. No he menester de la credulidad; exijo la fe. El otro insistió. -Precisamente porque no soy crédulo quiero ver con mis ojos la aniquilación y la resurrección de la rosa. Paracelso la había tomado, y al hablar jugaba con ella. -Eres crédulo -dijo-. ¿Dices que soy capaz de destruirla? -Nadie es incapaz de destruirla- dijo el discípulo. -Estás equivocado. ¿Crees, por ventura, que algo puede ser devuelto a la nada? ¿Crees que el primer Adán en el Paraíso pudo haber destruido una sola flor o una brizna de hierba? -No estamos en el Paraíso -dijo tercamente el muchacho-; aquí, bajo la luna, todo es mortal. Paracelso se había puesto en pie. -¿En qué otro sitio estamos? ¿Crees que la divinidad puede crear un sitio que no sea el Paraíso? ¿Crees que la Caída es otra cosa que ignorar que estamos en el Paraíso? -Una rosa puede quemarse -dijo con desafío el discípulo. -Aún queda fuego en la chimenea -dijo Paracelso-. Si arrojaras esta rosa a las brasas, creerías que ha sido consumida y que la ceniza es verdadera. Te digo que la rosa es eterna y que sólo su apariencia puede cambiar. Me bastaría una palabra para que la vieras de nuevo. -¿Una palabra? -dijo con extrañeza el discípulo-. El atanor está apagado y están llenos de polvo los alambiques. ¿Qué harías para que resurgiera? Paracelso le miró con tristeza. -El atanor está apagado -repitió- y están llenos de polvo los alambiques. En este tramo de mi larga jornada uso de otros instrumentos. -No me atrevo a preguntar cuáles son -dijo el otro con astucia o con humildad. -Hablo del que usó la divinidad para crear los cielos y la tierra y el invisible Paraíso en que estamos y que el pecado original nos oculta. Hablo de la Palabra que nos enseña la ciencia de la Cábala. El discípulo dijo con frialdad: -Te pido la merced de mostrarme la desaparición y aparición de la rosa. No me importa que operes con alquitaras o con el Verbo. Paracelso reflexionó. Al cabo dijo: -Si yo lo hiciera, dirías que se trata de una apariencia impuesta por la magia de tus ojos. El prodigio no te daría la fe que buscas. Deja, pues, la rosa. El joven lo miró, siempre receloso. El maestro alzó la voz y le dijo: -Además, ¿quién eres tú para entrar en la casa de un maestro y exigirle un prodigio? ¿Qué has hecho para merecer semejante don? El otro replicó tembloroso: -Ya sé que no he hecho nada. Te pido en nombre de los muchos años que estudiaré a tu sombra que me dejes ver la ceniza y después la rosa. No te pediré nada más. Creeré en el testimonio de mis ojos. Tomó con brusquedad la rosa encarnada que Paracelso había dejado sobre el pupitre y la arrojó a las llamas. El color se perdió y sólo quedó un poco de ceniza. Durante un instante infinito esperó las palabras y el milagro.
Paracelso no se había inmutado. Dijo con curiosa llaneza:
-Todos los médicos y todos los boticarios de Basilea afirman que soy un embaucador. Quizá están en lo cierto. Ahí está la ceniza que fue la rosa y que no lo será. El muchacho sintió vergüenza. Paracelso era un charlatán o un mero visionario y él, un intruso, había franqueado su puerta y lo obligaba ahora a confesar que sus famosas artes mágicas eran vanas. Se arrodilló, y le dijo: -He obrado imperdonablemente. Me ha faltado la fe, que el Señor exigía de los creyentes. Deja que siga viendo la ceniza. Volveré cuando sea más fuerte y seré tu discípulo y al cabo del Camino veré la rosa. Hablaba con genuina pasión, pero esa pasión era la piedad que le inspiraba el viejo maestro, tan venerado, tan agredido, tan insigne y por ende tan hueco. ¿Quién era él, Johannes Grisebach, para descubrir con mano sacrílega que detrás de la máscara no había nadie? Dejarle las monedas de oro sería una limosna. Las retomó al salir. Paracelso lo acompañó hasta el pie de la escalera y le dijo que en esa casa siempre sería bienvenido. Ambos sabían que no volverían a verse. Paracelso se quedó solo. Antes de apagar la lámpara y de sentarse en el fatigado sillón, volcó el tenue puñado de ceniza en la mano cóncava y dijo una palabra en voz baja. La rosa resurgió.
Jorge Luis Borges

Biografía de un maestro.
1899-El 24 de agosto nació JORGE LUIS BORGES en la ciudad de Buenos Aires, ARGENTINA. Hijo de Jorge Guillermo Borges, abogado y profesor de psicología y de Leonor Acevedo Haedo. Borges no asistió a la escuela hasta los nueve años. Su padre había encargado su educación a una institutriz inglesa, la señorita Tink.
1914-Tiene dieciséis años cuando su familia viaja a Europa, visitando Londres, París y el norte de Italia antes de establecerse en Ginebra, suiza. Mientras Europa sufre la Primer Guerra Mundial, Borges comenzó su bachillerato en el "Liceo Jean Calvin". Allí aprendió el francés, el alemán y el latín.
1915-A los diecisiete años se inicia en la lectura de textos cabalísticos. Lee "El Golem" del escritor rosacruz Gustav Meyrink.
1921-La familia de Borges regresó a Buenos Aires. Tiene veintidós años. Intenta publicar la revista "Prisma".
1922-Con Macedonio Fernández funda la revista de vanguardia "Proa".
1923- Publica "FERVOR DE BUENOS AIRES". Comienza a volcar sus inquietudes metafísicas. La soledad y la muerte son temas fundamentales así como la meditación sobre el tiempo.
1925- Tiene veintiséis años. Publica "LUNA DE ENFRENTE" e "INQUISICIONES".
1926- Publica "EL TAMAÑO DE MI ESPERANZA".
1928-Publica "EL IDIOMA DE LOS ARGENTINOS".
1929-Publica "CUADERNO SAN MARTÍN". Borges tiene treinta años.
1930-Publica "EVARISTO CARRIEGO".
1932-Publica "DISCUSIÓN". Abundan los textos filosóficos y la cábala.
1935-Publica "HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA".
1936-Publica "HISTORIA DE LA ETERNIDAD"
1940-Afirma en el mes de julio que sólo le es posible leer las fantasías cosmogónicas de Olaf Stapledon, obras de teología o de metafísica.
1941-Aparece publicado "EL JARDÍN DE SENDEROS QUE SE BIFURCAN".
1942-En colaboración con Bioy Casares publica "SEIS PROBLEMAS PARA DON ISIDRO PARODI".
1943-Publica "POEMAS-1922/1943".
1944-Publica "FICCIONES".
1945-Escribe la obra cabalística "EL ALEPH".
1946-En colaboración con Bioy Casares publica "UN MODELO PARA LA MUERTE" y "DOS FANTASÍAS MEMORABLES".
1947-Publica "NUEVA REFUTACIÓN DEL TIEMPO".
1949-Publica "EL ALEPH".
1951-Aparece "LA MUERTE Y LA BRÚJULA".
1952-Publica "OTRAS INQUISICIONES".
1957-En colaboración con Margarita Guerrero publica "MANUAL DE ZOOLOGÍA FANTÁSTICA".
1960-Publica "EL HACEDOR". En colaboración con Bioy Casares publica "LIBRO DEL CIELO Y DEL INFIERNO".
1961-Publica "ANTOLOGÍA PERSONAL".
1966-Publica "OBRA POÉTICA-1923/1966"
1968-Publica "EL LIBRO DE LOS SERES IMAGINARIOS".
1969-Publica "ELOGIO DE LA SOMBRA".
1970-Publica "EL INFORME DE BRODIE"
1972-Publica "EL ORO DE LOS TIGRES".
1975-Publica "PRÓLOGOS CON UN PRÓLOGO DE PRÓLOGOS" , "EL LIBRO DE ARENA" y "LA ROSA PROFUNDA"
1976-Publica "LA MONEDA DE HIERRO", "LIBRO DE SUEÑOS" y "QUÉ ES EL BUDISMO".
1977-Publica "HISTORIA DE LA NOCHE" y "BORGES, ROSA Y AZUL".
1981-Publica el texto cabalístico "LA CIFRA".
1982-Publica "NUEVE ENSAYOS DANTESCOS".
1986-Muere el 14 de junio en Ginebra, Suiza, a los 86 años.


domingo, 23 de agosto de 2009

poco se sabe ..




















Poco se sabe (Juan Gelman)

-yo no sabía que

no tenerte podía ser dulce como

nombrarte para que vengas aunque

no vengas y no haya sino

tu ausencia tan

dura como el golpe que

me di en la cara pensando en vos

Enlace:

Daniel Rojas (Carrollera): Poemas de la Película el lado oscuro del corazón (Subiela 1992)

jueves, 20 de agosto de 2009

la búsqueda


fotografía: Maldonado (ROU)
http://www.arteyfotografia.com.ar/3544/fotos/167697/


¿ Encontraría a la Maga ? Ana se encerró en el cuarto y abrió Rayuela, que tenía siempre sobre la mesa de luz. Cata parecía dormida, así que abrió un poco más las ventanas para que entrara plena la luz de la luna; ese día era tan llena y tan blanca que no era necesario nada más para poder leer.

¿Encontraría a la Maga?, leyó, y se preguntó, una vez más, por qué Cortázar comenzaba la novela con una potencialidad que presuponía la duda cuando en realidad estaba bien seguro de que no la iba a encontrar. No habría sido la misma novela, sin embargo, si hubiera escrito ¿encontraré a la Maga? O peor: No encontraré a la Maga. En definitiva, pensaba Ana, no le importaba tanto el encuentro como la búsqueda y esta conclusión, la misma que se repetía cada vez, la tranquilizaba y le devolvía el sueño. Pensaba en todas estas cosas cuando se durmió y comenzó a soñar.

Soñó que navegaba en barcos ebrios de felicidad y que en cada rincón de cubierta había un hombre sin rostro, un hombre que era todo sentimiento, era un mismo amor hacia ella y eso le hacía sentir muy bien, notaba cómo se le inflamaba el pecho de orgullo por el amor que ese hombre desconocido le profesaba, pero el bienestar duraba apenas nada, un suspiro, porque ella no sentía lo mismo; lo que veía era una cosa, un objeto; el amor era esa cosa y ella era nada más que una observadora incapacitada para poder apropiárselo, y no porque lo tuviera prohibido, no por alguna razón que pudiera identificar; no podía hacerlo suyo y eso era todo. Tampoco había una decisión poderosa de ir y luchar por él; había más bien una desidia.

De pronto esos hombres sin rostro, esas cosas, el amor objeto desaparecían y Ana volvía a sentir las mismas ganas y la misma alegría virgen que había sentido al subir al barco. Porque si bien el sueño comenzaba con ella ya en cubierta, recordaba perfectamente el momento del abordaje y recordaba también la expectativa feliz de los primeros pasos hacia ese espacio limitado y desconocido desde donde, sabía, debería emprender la búsqueda.


Ahora debía recomenzar esa búsqueda y otra vez se sentía casi feliz, casi en sintonía con la ebriedad de la nave. Daba un paso y se preguntaba ¿Encontraría a…? Y en el momento de pronunciar el nombre, se despertaba.


PAGINAS SEPIA



creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/

martes, 11 de agosto de 2009

cielos, Luna y ..













Las imágenes son creaciones del artista del mundo de la fotografía Rolando Ruiz. No es la primera vez que me honra obsequiándome algunos de sus trabajos, los que embellecen este espacio. Gracias amigo Rolando !

Sus sitios en Internet:


Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos, nariz y boca de mujer.
Con curvas y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

Gioconda Belli


"Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre, voy juntando mis días, mis minutos, mis horas con tu hilo de letras "

domingo, 9 de agosto de 2009

Día del Niño













María Elena Walsh nació el 1 de febrero de 1930 en Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina.Un año antes de finalizar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes publicó su primer libro (en 1947), “Otoño imperdonable”, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía. En Francia, junto con Leda Valladares formaron en los años '50 el dúo “Leda y María” y actuaron en varias ciudades como intérpretes de música folclórica argentina recibiendo varios premios. Por esa época comenzó a escribir versos para niños. Sus canciones y textos infantiles trascendieron lo didáctico y lo tradicional: generación tras generación sus temas son cantados por miles de niños argentinos. En los años ‘60 publicó, entre otros, los libros “El reino del revés”, "Cuentopos de Gulubú", “Hecho a mano” y “Juguemos en el mundo”. En los ’70 volvió a la Argentina y en 1971 realizó el filme “Juguemos en el Mundo”. Escribió guiones para televisión y los libros “Tutú Maramba”, "Canciones para mirar", “Zoo Loco”, “Dailan Kifki” y “Novios de Antaño”.En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y, en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”




Manuelita, la famosa tortuga que vivía en Pehuajó, fue la primera película que viste en un cine, no tenías más de dos años ..
creciste escuchando y cantando estas canciones (Osías ! el osito .. una de tus preferidas)
ya no se oyen en casa .. ahora suenan los jonas, demi lobato, sonohra ..


sé que sos casi una mujer, aunque para mí siempre la misma niña dulce, chiquita, bebé , dientecito de ajo, te quiero tanto, nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete ...



Feliz Día ! mi nena.





miércoles, 5 de agosto de 2009

Alejandra Pizarnik

DATOS BIOBIBLIOGRÁFICOS


Nació y murió en Buenos Aires (1936-1972). Es una de las poetas más importantes de la Argentina. Realizó su obra en la década del sesenta siendo una de las voces más representativas de esa generación. Su poesía fue una verdadera bisagra pues la re-trabajó en las tradiciones románticas, simbolistas y surrealistas. Expuso con una desgarradora claridad lo terrible del silencio creativo abriendo, en este sentido, una puerta a las nuevas generaciones de poetas mujeres. "La tierra más ajena " su primer libro. Publicado en 1955 lo firmó como Flora Alejandra Pizarnik. Si bien nunca quiso reeditarlo, vale la pena dar a conocer unos pocos poemas. En ellos se observarán algunas líneas temáticas que más tarde caracterizarán su poesía.


Lejanía


Mi ser henchido de barcos blancos.

Mi ser reventando sentires.

Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos.

Quiero destruir la picazón de tus pestañas.

Quiero rehuir la inquietud de tus labios.

Porqué tu visión fantasmagórica redondea los cálices de estas horas?


Noche


correr no sé donde

aquí o allá

singulares recodos desnudos

basta correr!

trenzas sujetan mi anochecer

de caspa y agua colonia

rosa quemada fósforo de cera

creación sincera en surco capilar

la noche desanuda su bagaje

de blancos y negros

detener su devenir


"La última inocencia" fue su segundo libro de poemas, editado en 1956, bajo el sello Poesía Buenos Aires, dirigido por Raúl Gustavo Aguirre. "Las aventuras perdidas" el tercer libro de poemas, editado en 1958, bajo el sello Altamar, dirigido por Rubén Vela. "Otros poemas " ve la luz en 1959. En 1976 la editorial Botella al Mar, dirigida por Arturo Cuadrado, reeditó conjuntamente "La última inocencia " y "Las aventuras perdidas, " con prólogo del poeta y pintor surrealista Enrique Molina. La edición mencionada incluye grabados en madera realizados por Luis Seoane.



De La última inocencia:


Sueño


Estallará la isla del recuerdo.

La vida será un acto de candor.

Prisión

para los días sin retorno.

Mañana

los monstruos del buque destruirán la playa

sobre el vidrio del misterio.

Mañana

la carta desconocida encontrará las manos del alma.



La última inocencia


Partir

en cuerpo y alma

partir.

Partir

deshacerse de las miradas

piedras opresoras

que duermen en la garganta.

He de partir

no más inercia bajo el sol

no más sangre anonadada

no más formar fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!
............................................................................................................









Amantes
una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío.



"El sexo a flor de corazón. La vía del éxtasis entre las piernas. Las verdaderas fiestas ocurren en el cuerpo y en los sueños". Alejandra Pizarnik

lunes, 3 de agosto de 2009

Análisis literario (parte III)

Una mujer con sombrero
como un cuadro del viejo Chagall
corrompiéndose al centro del miedo
y yo que no soy bueno me puse a llorar

pero entonces lloraba por mi
y ahora lloro por verla morir.
pero entonces lloraba por mi
y ahora lloro por verla morir.



Dos cosas suceden en esta estrofa que marcan el punto crítico del poema. La primera: la caracterización de la mujer sobre la que se habla, cosa que se venía evitando en las demás estrofas. La segunda, el uso de la primera persona del singular.En cuanto a la caracterización de la mujer, si se toma como opción para la lectura del poema que aquí no se está hablando de una sola mujer si no de varias, la narración de esta relación tiene puntos comunes y puntos disímiles a las anteriores.Ya marqué que al resto de las mujeres se las nombraba como "una mujer" que no sobresalía del grupo femenino. Aquí la mujer sobre la que se habla es descripta, se la recorta del grupo mayoritario. No es "una mujer" cualquiera, sino "una mujer" de tal y cual característica. Es, finalmente "esta" mujer.Se conecta con las mujeres anteriores en el hecho de que se apodera de ella la cobardía. El haberse perdido la oportunidad de amar al narrador, el no hallarlo, la huída de gaviota, son todos actos voluntarios de las mujeres, que el narrador justifica como impulsados por la cobardía. Él estaba dispuesto a darlo todo, pero fue la cobardía la que se interpuso entre él y las amadas. Incluso con la última mencionada, la especial, la única.

Otra diferencia con el resto, y la última que voy a marcar, es que por ella el narrador sufre.

En la primer estrofa, el narrador veía como víctima de la separación a la mujer que se había perdido la oportunidad de amarlo. En la segunda no se hacen mayores menciones al dolor, si no más bien a la soledad. La cuarta estrofa llega cargada con un poco de ira, con una blasfemia y una amenaza. Pero en la quinta estrofa la reacción es doble, y doblemente dolorosa. En primer lugar, llega al llanto por la separación y por encontrarse sin ella. Y luego es la separación radical, la muerte, lo que le produce dolor.

Si tomamos en cuenta que hay un primer momento de dolor que es el de la separación, un espacio de tiempo indefinido, y un segundo momento causado por la muerte de la mujer, podemos deducir que durante ese período indefinido el narrador continuó amando a la mujer con sombrero.Por último, el paso a la primera persona del singular acerca al narrador al lector, se pone frente a frente y le confiesa su dolor. Todo esto muestra lo profundo de la herida amorosa causada por esta última mujer. Un verdadero sentimiento de amor, que se diferencia de lo sentido en las relaciones pretéritas.

Englobando lo analizado, veo que este poema tiene como eje la separación causada por la cobardía, más que las historias de amor contadas en sí.

Lo importante de esta lectura es reconocer que no se intenta forzar al poema a decir cosas que no están en él. La vacilación entre el significado de un "se" en la primera estrofa, o el juego de las denotaciones semánticas de "una mujer" en diversas estrofas, son cosas que están en el poema. Recalcar esos elementos, opacar otros, ordenarlos en la manera en que son leídos y conectarlos de cierta manera, es lo que conforma esta lectura de "Óleo de una mujer con sombrero" y cualquier otra lectura de un poema.



Por último, a modo de broche de oro, copio un fragmento de “Mujeres condenadas (Delfina e Hipólita)” de Charles Baudelaire, para remarcar esta amenaza que la cobardía ejerce sobre el amor:

Pero Hipólita entonces, levantando la frente:-

“No soy ingrata, Delfina mía, ni me apena

tu amor, pero sufriendo estoy de un mal mordiente,

como después de una nocturna y terrible cena.

Caer sobre mí siento terrores enfermizos,

y vagos batallones de fantasmas oscuros,

que me conducen por caminos resbaladizos,

ceñidos siempre por ensangrentados muros.

¿Habremos cometido algún negro extravío?

Explícame, si puedes, esta turbación loca:

de terror me estremezco si me dices:

Bien mío,y sin embargo, siento que hacia ti va mi boca.

No me mires así, oh mi única amada,tú,

a quien amo por siempre, mi hermana de elección,

aun cuando para mí fueras firme emboscada,

y hasta el comienzo mismo de mi condenación.”

Y sacudiendo Delfina su crin volcánica,

como convulsionada sobre un trípode eterno,

respondió –la mira fatal- con voz tiránica:-

“¿Quién , pues, ante el amor, se atreve a hablar de
[infierno?

¡Maldito sea para siempre y sin remisión,

el soñador inútil que ideó en su necedad,

presa haciéndose de un problema sin solución,

en cosas del amor mezclar la honestidad!

¡El que quiera fundir en un acorde místico

la noche con el día, la sombra y el calor,

jamás calentará su cuerpo paralítico,

en ese sol bermejo que se llama el amor!

"Lovers in the moonlight", Marc Chagall.


domingo, 2 de agosto de 2009

Las Cartas de Milena



"Las cartas de Milena
Yo no las he leído. En realidad, tampoco estoy segura de que existan. O quizás sí. Ahora que lo pienso, recuerdo haber hojeado algún suplemento dominical en el que se daba noticia de su próxima publicación. Me refiero a las cartas que Milena Jesénska, escritora y periodista checa, le dirigió a Franz Kafka durante buena parte de sus vidas. O al menos eso es lo que se deduce del epistolario de Kafka, que sí he leído con placer y atención, como quien entreabre de puntillas una puerta mal cerrada y disfruta en secreto de lo visto.
Porque leyendo las cartas de Kafka es posible leer entre líneas las cartas de Milena. Éste es el abracadabra de la literatura epistolar: quien dirige hacia otro el rumbo incierto de su escritura se construye a sí mismo y construye a su vez la presencia añorada. De ahí que al mirar lo que nos fue vedado en realidad veamos mucho más, y a veces (objetivo sin duda indeseado) incluso nos veamos a nosotros. Kafka escribe a Milena muchas veces en contra de sí mismo, y en esa grieta enorme que se abre entre los dos, o entre Viena y Praga, cabemos los espías. Qué sería del mundo sin la curiosidad.
Probablemente habrá quien se apresure a lamentar el destino de Milena, sombra pálida del hombre que la amó, condenada por nuestros prejuicios a un injusto segundo puesto en el pódium olímpico de la literatura universal. Yo, que estas semanas he hablado mucho con ella, en realidad la envidio. Como es tímida, se beneficia del consuelo de hallarse incorporada a una escritura ajena, la escritura de alguien que siempre la juzgó superior en talento. Como es vanidosa, sabe que haber perdido un puesto en el incierto ránking de la gloria le garantiza un destino más alto: el del olvido.
Les sugiero que, como yo hice, se sacudan en seguida la mala conciencia por detenerse a observar la intimidad ajena. En realidad, la intimidad (eso que unos llaman mundo interior y otros, con más fortuna, agujeros del yo) sólo puede ser ajena. Me figuro que eso es lo que diría Kafka si alguien se hubiera interesado en preguntárselo. Por eso eligió el fuego como destino póstumo para sus manuscritos, un destino que aquel amigo con nombre de payaso y apellido de pan decidió revocar sin consideración alguna. Kafka, como Pessoa, de complexión apátrida y vocación asmática, no dispuso de sí ni ante su propia muerte. Kafka, frente a Pessoa, había llegado al mundo en julio, bajo la protección incierta de la estrella de Sirius.
A quienes somos hijos naturales de la canícula todo nos aburre soberanamente y encontramos difícil acomodo en el vago transcurso de las horas. Amamos y tememos los cambios por igual, o tal vez los amamos precisamente porque los tememos. Ahora, mientras me salto el rígido horario de oficina escribiendo este artículo, batallo contra las miradas que me dirigen mis compañeros de trabajo y pienso en la tierra incógnita de la imaginación. Esa que ni siquiera el jefe más tirano le puede arrebatar a quien la pisa. Los nacidos en julio, horóscopo mediante, hacemos profesión de vivir en las nubes, cazar ciento volando y tener la cabeza atestada de pájaros. También Kafka tenía su oficina, su jefe e incluso su tuberculosis, pero ni los unos ni la otra minaron el solar de lo soñado, el huerto concluido de las fuentes que riegan lo que nunca se vivió porque se prefirió guardar para después. En la primera de las cartas que le envía, Kafka le escribe a Milena: "Al menos tiene usted una patria, posesión de la que no todos pueden preciarse". Sospecho que hoy casi nadie tiene patria. Felicidades, pues, a los nacidos en julio y a quienes, como ellos, sólo saben vivir entre fronteras de aire.________________________________________
Comentarios
La curiosidad y los caminos del ocio me han acercado a este texto. No sé cómo llegué hasta aquí y probablemente no recuerde el camino de nuevo. Sólo sé que estoy profundamente conmovido por lo que en este espacio se ha escrito, con la sencillez - o más bien una secreta complejidad - que tienen las certezas: "al mirar lo que nos fue vedado en realidad veamos más...incluso a nosotros mismos". Yo una vez escribí a una enamorada la siguiente frase "la carta que no te escribo es la que más cosas dice". Y creo que es sólo hasta hoy que realmente he entendido su significado. Somos todos kafkas y milenas, porque quien escribe tiene la posibilidad de ser todo el mundo al mismo tiempo y vivirlo todo, como si la palabra redimiera nuestro destino finito." Comentado por Rafael Velásquez ( Revista poética Almacén)


" Uno encuentra en su diario pruebas de haber vivido, de haber mirado alrededor y de haber anotado observaciones incluso en circunstancias que hoy parecen insoportables" Franz Kafka (1883-1924).



Cartas a Milena trata de la correspondencia que Kafka dirigió a Milena entre los años 1920 y 1922. La relación epistolar iniciada en un tono de simpatía amistosa y casi profesional, fue señalando las etapas de un amor torturado.
Milena Jenenská toma contacto con Franz Kafka en 1920, al pedirle permiso para traducir sus obras a diferentes idiomas. Desde el principio, esta mujer judía residente en Viena y el escritor mantienen una continua correspondencia, al principio basada en intereses literarios, pero dejando translucir más adelante variadas intenciones. Su relación es terminada por Kafka en 1923.

Primera y última carta de Franz Kafka a Mílena Jesenská, enviadas entre 1920-1922
Estimada Frau Mílena:

Le escribí unas líneas desde Praga y luego desde Merano. No ha habido respuesta. Por supuesto, esas líneas no exigían contestación inmediata y si su silencio no es más que una señal de una relativa bienaventuranza _lo cual con frecuencia se traducen una cierta resistencia a escribir _ me doy por satisfecho. Pero también existe la posibilidad de _y por eso le escribo _ de que mis líneas la hayan herido de alguna manera. ¡Qué torpe sería! ¡Mí mano, contra toda mi voluntad!, si ese fuera el caso. O bien _y eso sería mucho peor por cierto _que ese momento de sereno respiro, al cual usted aludía, haya pasado y una vez más se inicie una mala época para usted.
Acerca de la primera posibilidad no sé qué decir. ¡Es algo tan ajeno a mi y lo demás me toca tan de cerca! Respecto a la segunda posibilidad no le brindaré consejos _¿cómo podría aconsejarla yo?_; me limitaré a formularle una pregunta: ¿Por qué no abandona Viena por un tiempo? ¿Usted no carece de asilo como otra gente? ¿No extraería nuevas fuerzas de una estadía en Bohemia? Y, si por razones que yo desconozco, no quisiera visitar Bohemia, podría viajara a algún otro lugar. Quizás incluso Merano sea conveniente. ¿Lo conoce?
De modo que espero dos cosas. La continuación de su silencio, lo cual significa: “No hay razón para preocuparse, me va bastante bien.” O bien unas pocas líneas.

Afectuosamente, Kafka.

He advertido, de pronto, que en realidad no recuerdo su rostro en detalle. Sólo creo ver aún su figura, su vestido, mientras usted se alejaba entre las mesas del café.


Última carta:

Estimada Milena:

Desde hace tiempo permanece aquí el fragmento de una carta destinada a usted, pero no me llega el momento de continuarla. Los antiguos males han descubierto mi refugio, me han asaltado y me han sometido bastante. Todo me significa un esfuerzo. Todo rasgo trazado con la pluma, todo lo que escribo me parece demasiado importante, como si no guardara relación con mis fuerzas. Y cuando escribo “afectuosos saludos” ¿tendrán realmente esos saludos la fuerza necesaria como para llegar a la bulliciosa, tumultuosa, gris y urbana I _strasse, en donde yo y lo mío no podríamos respirar? Por eso opto por no escribir, espero que lleguen tiempos mejores o peores y permanezco aquí, atendido con eficacia y ternura hasta el límite de lo posible en la Tierra. El mundo sólo llega a mí _aunque de manera muy contundente _a través del alza del costo de vida. No recibo diarios de Praga, los de Berlín me resultan muy caros. ¿Y si usted me enviara, de vez en cuando, algún recorte del Národní Listy, algo al estilo de lo que solía causarme tanto placer? Desde hace algunas semanas, mi dirección es: Steglitz, Grünewaldstrasse 13, Doto. H. Seifi’rt. Y ahora insisto en enviarle mis “afectuosos saludos”. ¡Qué importa si caen al llegar a la puerta del jardín! Quizá eso contribuya a acrecentar su fuerza.
Suyo, K.

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"Una mañana en los EE. UU. Borges se despertó y me dictó un poema", contó María Kodama. "Se llama "Ein Traum", un sueño, y pueden encontrarlo en "La moneda de hierro" de 1978. Borges se caracterizaba, llevado por su perfeccionismo, por corregir sus poemas, no sólo mientras los escribía, sino también de una edición a otra de sus obras. Este es el único de toda su obra que jamás corrigió. Un día le pregunté por qué. Su respuesta fue asombrosa. Me dijo que ese poema le había sido dictado en sueño tal cual me lo había dicho, y que por lo tanto no tenía derecho a cambiarlo. Kafka se lo dictó".

"Generlamente, él me contaba los sueños que tenía. Y como yo también soñaba bastante, nos divertíamos mucho intercambiándonos sueños, y las pesadillas también, porque yo también tenía y tengo pesadillas a veces. Y después compartíamos el alma, que es compartir la vida, que es compartir tantas cosas."

Anónimo Veneziano


Debut en la dirección del actor Enrico Maria Salerno. Rodada en Venecia en otoño de 1969, obtuvo 2 David de Donatello (actriz y director novel) y 2 Nastro d'Argento (fotografía en color y música). Se estrenó el 30-IX-1970.

La acción tiene lugar en Venecia, a lo largo de un día de finales de septiembre de 1969, en el que se evocan escenas de 11/12 años antes. Narra la historia del encuentro de Enrico (Tony Musante), músico de talento que toca el oboe en la Orquesta del Teatro La Fenice, y Valeria (Florinda Bolkan), mujer independiente y de gran temperamento. Tras conocerse, se enamoraron apasionadamente, contrajeron matrimonio, tuvieron un hijo y se separaron 3 años después. A las puertas de la muerte, Enrico desea la compañía por un día de la mujer que ha sido el gran amor de su vida.

A él, que siempre soñó con llegar a ser director de orquesta, le quedan unos 6 meses de vida, desea revivir los momentos de felicidad que conoció junto a Valeria y, por ello, la invita a recorrer los lugares que jalonaron su vida de pareja. Llevan años sin verse y ella ha formado una nueva familia. A lo largo de la jornada, la relación pasa por la desconfianza, la evocación grata del pasado, los remordimientos y el redescubrimiento del amor. Enrico encuentra las fuerzas que necesita para afrontar los compromisos profesionales que tiene pendientes. Revivir el pasado es con frecuencia más útil de lo que se cree.

Emociona el paralelismo que se establece entre la muerte larga, lenta e irremediable de Venecia y la de Enrico, como hicieron, antes y después, otras películas ("Muerte en Venecia", 1971).La música, de aire romántico, ofrece un tema central pegadizo y contrasta la melancolía del presente con la alegría del pasado. Añade un fragmento de la 5ª de Beethoven y otro del concierto "Anónimo veneciano". La fotografía muestra bonitas perspectivas de una Venecia espléndida y frágil. El recorrido por la ciudad y los recuerdos que guarda es emocionante. La luz brilla con intensidad en las escenas del pasado y se torna tenue en las del presente.

El guión elabora una historia próxima, humana y realista, exenta de hipérboles y maniqueismos. La interpretación de Bolkan es magnífica.Película de excelente música, buena fotografía e interpretaciones convincentes, que cuenta una historia profundamente humana y, por ello, sumamente interesante. Un clásico, soberbia.

sábado, 1 de agosto de 2009

Análisis literario (parte II)

Oleo de una mujer con sombrero.

Fuente:http://airbagdemoto.blogspot.com/2005/11/un-poco-de-anlisis-literario-y-silvio

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras
veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí
veo más
veo que no me halló
veo más
veo que se perdió.

Los versos nos llegan como fotografías. "Veo X, Veo Y".Y el orden en el que están ordenadas estas imágenes es el siguiente: un primer momento en que se usa una primera persona en plural (la única del poema) que indica que en esa imagen el narrador no se encuentra solo.El segundo momento de las imágenes se centra en la imagen del narrador como un solitario. El tercer y último momento de esta estrofa contiene dos versos dedicados a marcar el distanciamiento de una tercera persona. Él/ella no lo hallaron, él/ella se perdieron.


La cobardía es asunto
de los hombres no de los amantes
los amores cobardes no llegan
a amores ni a historias se quedan allí
ni el recuerdo los puede salvar
ni el mejor orador conjugar.


Palabra clave para esta lectura del poema: cobardía. Si retomamos lo visto en las estrofas anteriores tenemos los siguientes elementos: un narrador dispuesto a entregar su amor; una mujer que deja pasar esta ofrenda; la soledad del primero y la lejanía de la última. ¿Qué sucedió entre los dos personajes de este poema? Fueron separados por el miedo. Y la disposición de los "se" referentes a la mujer en los primeros versos hace creer que es la mujer quien ha sentido cobardía.El balance del narrador sobre lo sucedido es que nunca hubo amor entre ellos, dato a recordar para el final del poema.


Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas
blasfemo una nota y apago el reloj
que me tenga cuidado el amor
que le puedo cantar su canción.




Aquí se evidencia lo dicho, es la mujer quien huye del narrador.Pero remarco ahora lo que dije sobre la primer estrofa. Se está hablando de "una mujer". Suponer que se trata de la misma mujer de la que se hablaba en la primer estrofa es un riesgo a violentar el poema que no estoy dispuesto a tomar. Puedo decir, estructuralistamente, que se repite la función de una mujer que abandona al narrador. Esto sí es permanente. Pero no hay nada (ni un nombre, ni una descripción) que me asegure que se está hablando de una misma persona. Incluso el epíteto de innombrable puede ayudar a esta lectura. La incapacidad de nombrar a esta mujer puede llegar (recalco el puede, es una opción de lectura) por una imposibilidad de recortar a esta mujer del resto del grupo femenino. Así queda planteado el juego del tema sobre el que está hablando el narrador: si es una mujer la que lo abandonó, o si son varias.
Hay en el cuarto verso de esta estrofa un desafío para el lector. La métrica, guiada por la música permitiría al autor escoger entre "una nota" y "unas notas". No se trata de tratar de averiguar qué quiso decir el autor poniendo "una nota", si no más bien, ver qué repercusiones tiene esta opción en el verso, en la estrofa, en el poema.Para entender como leo ese fragmento del verso, déjenme retomar el comentario a la estrofa toda.
Aquí tenemos representada la huída de la mujer en una primera instancia, y luego la reacción del narrador, quien ha sido abandonado. Por la frase "apago el reloj" veo representada la imagen de un reloj despertador, que ha rescatado al narrador de sus sueños, y lo pone de frente con la realidad de haber sido abandonado por su compañera, quizás mientras dormía.¿Qué actitud adopta el narrador ante este abandono? Se capta en los versos cierta seguridad e inmutabilidad ante lo sucedido. "blasfemo UNA nota". No gasto hojas y hojas de pentagramas llorando su partida. No prolongo un sufrimiento por algo que ella debería estar sufriendo, a saber, el placer de estar conmigo.



Acto seguido, el rencor y la seguridad de poder dominar la situación.